Verbos reflexivos directos
Se llaman así por
la estrecha relación que mantienen con el sujeto y el objeto directo, ya que
estos dos coinciden y es como si la acción que cumple el sujeto, expresada por
el verbo, se reflejase; como en un espejo, sobre el sujeto mismo:
Gianni si lava =
Gianni lava sé stesso
Los verbos
transitivos son los únicos que pueden dar lugar a la forma reflexiva, dado que
son los que admiten objeto directo. En los verbos reflexivos los pronombres
personales átonos mi, ti, si, ci, vi, si
acompañan a la forma verbal activa: preceden al verbo en las voces del
indicativo, subjuntivo y condicional (io
mi lavo, tu ti lavi, etc.), mientras se posponen al verbo en las voces del
imperativo, infinitivo, participio y gerundio (làvati, lavarsi, lavatosi, lavandosi).
El auxiliar
que se utiliza para formar los tiempos compuestos de un verbo reflexivo directo
es siempre el auxiliar essere: lei si è lavata, loro si erano lavati.
Verbos reflexivos indirectos
Estos verbos
cumplen una acción que no se refleja directamente sobre el sujeto, pero está
relacionado con él:
Lavati i denti! = Lava
i denti a te stesso.
Si chiedeva che cosa
sarebbe accaduto = Chiedeva a sé stesso.
Los verbos reflexivos
indirectos se conjugan como los reflexivos directos, solo que en ellos los
pronombres átonos mi, ti, si, ci, vi, si
no expresan un complemento directo, sino un complemento indirecto introducido
por la preposición a. Veamos la diferencia:
Mi lavo = io lavo me
stesso; mi = complemento directo = reflexivo directo
Mi lavo le mani = io
lavo le mani a me stesso; mi = complemento indirecto = reflexivo indirecto
Verbos reflexivos recíprocos
Solo son posibles
cuando los sujetos son plurales. Exprimen una acción que los sujetos cumplen y
reciben recíprocamente:
Paolo e Francesca si
amano (= Paolo ama Francesca y Francesca ama Paolo).
Fratelli, non
odiatevi! (= ninguno odia al otro).
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